martes, 27 de noviembre de 2012

La carretera

¡Vaya por delante! Me gusta la literatura de Cormac McCarthy, ese siempre ir al límite de violencia recreada recayendo constante sobre el alma del lector. Desde sus inicios con Suttree, Meridiano de Sangre o la Trilogía de la Frontera siempre me ha interesado ese estado de angustia litúrgica que provoca la prosa directa de McCarthy.

En este caso, con La Carretera, y no lo digo yo –lo dice el Premio Pulitzer-, creo que lo borda llevando al lector a su territorio de desesperación y haciéndonos sentir esa losa opresiva que nos  deja ni respirar.

Apoyándose en el pilar fundamental de un paisaje post-apocalíptico  y la relación  de supervivencia extrema de dos seres desesperados recrea una historia de sobrecogedora  desesperanza. A través del Hombre y del Chico- protagonistas sin nombres propios- nos hace  sentir esa pluralidad de humanidad perdida en un mundo sin esperanza. No obstante, y esto es lo único que reprocho a McCarthy, elude  de  manera infantil el final merecido a una sociedad que nos estamos ganando a pulso, tal vez, un final parecido.

Como muchos de vosotros sabréis, hay una película basada en el libro, con una fotografía excelente que recrea a la perfección esa atmosfera opresiva que tan bien trasmite la lectura del libro, acompañada por una buena dirección y una interpretación magistral de  Vigo Mortensen.

Si os interesa este tipo de literatura tenemos un nacional que no lo hace nada mal. Léase a  Ricardo Menéndez Salmón y si queréis salir fuera  Davin Vann en  Sukkwad Island  ¡ojo!  no es McCarthy.