miércoles, 23 de febrero de 2011

Bye, bye, Paasilinna

Después de sufrir una autentica conmoción con el descubrimiento de Arto Paasilinna, autor con un extraordinario éxito de ventas en su país  Finlandia, como uno de los narradores contemporáneos más frescos, excéntrico, ácido e incluso porque no decirlo raro, llegando incluso a compararlo por la crítica con el genial Tom Sharpe (véase o léase Las tribulaciones de Wilt ). Una vez leída parte de su obra, tal vez empecé por el mejor y termino por el peor, tengo que confesar que ha perdido gas de manera ostensible.
Con el Molinero aullador –cronológicamente el primero que me leí- que narra las aventuras de un extravagante individuo en pos de un sueño absurdo y desmesurado atrapado en un pueblo aislada del norte de Laponia, con un ritmo frenético y con la aparición de un nuevo tipo de héroe: el rebelde ecologista-maníaco-depresivo, la narración llega a cotas de autentico delirium tremens, con -El bosque de los zorros- se va normalizando la prosa, aunque con toques y giros divertidos basados en la aventura  de Oiva Juntnen que ha decidido seguir una nueva vocación, la de gánster, y transformar esta en su nueva profesión.
 Y por último  con -La dulce envenenadora- que si bien el título y los antecedentes prometían se transforma en una historia ordinaria sin ningún tipo de aliciente y totalmente previsible, contando las peripecias de una viejecita en los alrededores de Helsinki que es acosada por una banda de delincuentes, entre ellos su nieto-sobrino, y tiene que sobrevivir al acoso mediante la astucia y una jeringuilla de venenos letales.
Cuando me reconcilie, prometo leerme Dulce suicidio en grupo y El mejor amigo del oso.

miércoles, 9 de febrero de 2011

El Señor de las Moscas

Alianza Editorial en su afán de renovación ha reeditado con un nuevo formato y diseño este clásico de la literatura universal del siglo XX. De esta manera la obra cumbre de William Golding se actualiza y nos ofrece la posibilidad de releerla de nuevo desde la perspectiva de la madurez o al menos desde una edad más avanzada, que si bien no tiene porque ser síntoma de lucidez al menos sí que puede significar el análisis desde otro punto de vista.
De este modo el clásico relato de aventuras que en una primera lectura aflora, se transforma en un verdadero experimento sociológico de cómo puede reproducirse  la formación de la civilización con sus diferentes estados y la concreción de los grupos sociales que forman cualquier tipo de sociedad, con una reproducción casi mimetizada de la evolución del ser humano en nuestra sociedad. Para ello Golding se basa en un relato de aventuras, que de una manera muy directa y de fácil lectura llega a enganchar, con un grado de  implicación que puede baremar el propio lector en su escala particular de análisis.
Argumento.
A partir de un accidente aéreo, un avión se estrella contra una isla desierta, en plena II Guerra Mundial siendo los únicos supervivientes un grupo reducido de niños. Estos en principio tratan de organizarse de manera coherente, por mimetización de la sociedad de la que provienen, con un líder democráticamente elegido encarnado por Ralph en representación del orden y la cordura con la ayuda de Piggy que da razón y forma a sus planes y Jack que representa la acción de las leyes establecidas, representado los tres poderes fundamentales de cualquier estado de derecho.
Esto funciona de manera coherente mientras el objetivo marcado, que es mantener un fuego permanente para dar señal visual a través del humo a un posible rescate, con todos los miembros de la sociedad ocupados en la labor no cae en el desaliento y la ineficacia. Debido a este desaliento y con la relajación en las tareas encomendadas la pequeña comunidad empieza a vivir ociosa. Jack El cazador aprovecha esta circunstancia, para erigirse cual Caudillo  a través de un verdadero golpe de estado. Para ello se aprovecha de sus dotes de mando y la manipulación de la plebe, representada por los niños más pequeños, y base de un discurso populista, el miedo genérico a La bestia, la recompensa material de comida y la correspondiente propaganda política  a través del aderezo escenográfico con toda su parafernalia de ofrendas, pinturas y gritos.
Con ello consigue erigirse en Señor absoluto de la Isla, con la persecución a muerte de los individuos díscolos que no son sometidos a sus designios. Al final el autor haciendo gala de la llamada evangelización de la sociedad desarrollada (es Ingles) cual salvador del mundo hace rescatar a los náufragos por un Oficial de un barco de la Marina Británica.
En conclusión salvando el capítulo final que a la postre solo significan 73 frases del total, contado puntos y puntos y aparte, la novela como dice un amigo mio es contundente.
Os dejo el siguiente link por si queréis ahorraros unas perrillas, la verdad que son pocas, y leerlo gratis.       
http://blog.educastur.es/arete/files/2010/11/el-senor-de-lasmoscas.pdf